Salir Copenhague

Pubs y discotecas en Copenhague

Si tiene que viajar a Copenhague por algunos días, es muy posible que necesite información sobre algunos de los locales nocturnos más concurridos de la ciudad. Aquí le presentamos una pequeña selección de la concurrida vida nocturna de la capital danesa.

The Dubliner:

Amagertorv 5, Centro

Como en todas partes, en Copenhague no podían faltar los pubs irlandeses en los que tomar un par de pintas para iniciar la noche. El Dubliner es uno de los más conocidos de la ciudad. Está situado en plena Strøget y es fácilmente reconocible. Sirve igual para tomar un par de cervezas durante el día que para comenzar la noche o incluso para continuarla con las actuaciones en directo que organizan los fines de semana.

Studenterhuset:

Købmagergade 52, Centro

El tradicional de los Erasmus y los estudiantes jóvenes. Se trata de una especie de asociación de estudiantes que por las noches funciona como bar. Salvo que haya alguna fiesta o algún concierto puntual, no suele valer mucho los fines de semana. Eso sí, en las noches de los miércoles es el punto de referencia de toda la vida nocturna de la ciudad, ya que allí se reúnen todas las semanas cientos de estudiantes. Otra de sus ventajas es que tiene las bebidas a un precio relativamente aceptable.

The Moose:

Sværtegade 5, Centro

El Moose es otro antro ideal para comenzar la noche. Siempre tiene muy buen ambiente en el que se mezclan daneses y extranjeros pero tiene el inconveniente de que siempre está hasta los topes. Es muy recomendable para tomar la primera cerveza de la noche (y la segunda y la tercera) con los amigos, pero no le sirve ni a quien busca una discoteca o la tranquilidad de un café. Tampoco es ideal para quien tenga problemas de claustrofobia. Eso sí, las noches de los jueves no hay ningún local que pueda batir sus precios. La hora feliz, que se prolonga toda la noche, ofrece dos pintas por 30 coronas. Un regalo en la ciudad. Además, como cierra a las seis de la mañana, también es una buena solución para los noctámbulos en busca de la última.

Australian Bar:

Vestergade 10, Centro

No se le puede considerar como el tradicional bar, pero tampoco es una discoteca propiamente dicha. Durante la semana funciona como bar y salón de billar, pero los fines de semana se transforma y añade una pista de baile concurrida a su zona de bar. La principal ventaja es que tiene varios ambientes en los que se puede bailar, hablar o tomar una cerveza tranquilamente. Los precios son bastante razonables. Eso sí, los habituales del local son bastante jóvenes por lo que quien pase de los veintialgunos puede sentirse un poco fuera de sitio. Muy recomendable en las noches de los jueves, en los que- tras pagar la entrada- la cerveza está a 10 coronas durante toda la noche.

Rust:

Guldbergsgade 8, Nørrebro

El Rust es un clásico de la ciudad. Está situado en el barrio de Nørrebro y la mayor parte de los veces tiene una buena asistencia, aunque nunca se puede decir que esté saturado. Tiene dos pistas de baile y una zona de bar en la que se puede disfrutar de bebidas o jugar una partida de futbolín. Durante la semana se organizan conciertos, pero a partir de cierta hora de los fines de semana se dedica simplemente al baile. Los grupos de edad son variados- siempre hablando de un lugr para jóvenes-, por lo que nadie debería sentirse fuera de sitio.

Jazzhouse:

Niels Hemmingsens Gade 10, Centro

Muy bien situado en el centro de la ciudad, cerca de los transportes públicos, y con mucha tradición. Como tantos otros lugares de la ciudad, durante la semana es una sala de conciertos, mientras que los fines de semana se convierte en discoteca. Es uno de los lugares más concurridos de la noche de la ciudad, por lo que las colas suelen ser bastante largas (y exasperantes). Sin embargo, es uno de mis favoritos. En la parte de arriba tiene un bar, que siempre está lleno de gente, pero en la parte de abajo, además de otra barra y varios sofás, tiene una pista de baile muy amplia. Los precios son algo más caros que en otros lugares, pero es una alternativa muy recomendable.

Loppen:

Bådsmandsstræde 43, Christiania

La alternativa de diversión nocturna del barrio de Christiania. Se trata de una de las casa típics del barrio, que por fuera pueden parecer un poco descuidadas, pero por dentro está bastante bien acondicionada. Loppen es conocido en Copenhague como una de las salas de conciertos con más solera y últimamente se ha puesto de moda como restaurante. Sin embargo, en las madrugadas de los fines de semana funciona como una discoteca muy agradable. El ambiente es mucho más desenfadado que en otros locales y poca gente se fijará en la ropa que uno lleva puesta o en cómo es. Los precios, tanto de la entrada como de las bebidas son bastante razonables y resulta una buena alternativa para pasar una noche tranquila. El mayor inconveniente es que no es precisamente grande. Cuando no hay mucha gente, el ambiente es muy bueno, pero a veces se satura.

Vega:

Enghavevej 40, Vesterbro

Vega es la mayor sala de conciertos de la ciudad, que complementa sus instalaciones con lo que llaman el Lille Vega, ni más ni menos que una discoteca de fines de semana. Quizá lo mejor de todo sea su amplitud. Hay varios pisos en los que perderse y, aunque suele estar bastante concurrido, raramente habrá problemas de falta de espacio. Los precios son altos, pero compensa poder tener siempre un espacio en el que estar, un par de pistas entre las que elegir y la posibilidad, por ejemplo, de salir un momento a charlar a las escaleras que comunican los distintos pisos.

Baron & Baroness:

Vesterbrogade 2 E, Centro-Vesterbro

Muy céntrico. Al lado de la estación de tren. Tiene la ventaja de que a veces prolonga su cierre por algo más de tiempo que otros locales de la ciudad. La verdad es que es más un bar con pista de baile que una discoteca. Ideal para grupos que quieran pasar un rato charlando y, de vez en cuando, salir a una pista de baile. Una decoración que imita a un castillo medieval le da un entorno muy curioso y le hace posiblemente el mejor decorado de la ciudad. La media de edad suele ser un poco más elevada que en otros locales, aunque los jóvenes- no adolescentes- también forman una buena parte de la clientela.

In:

Nørregade 1, Centro

In es la discoteca pura y dura. La de música tecno pura y dura y abierta hasta las 10 de la mañana para los que quieran aguantar hasta el final. Su funcionamiento es completamente diferente de las del resto de la ciudad. Se paga una cantidad cercana a las 150 coronas por la entrada, pero en ella está incluída barra libre de cerveza, vino, refrescos y una bebida rara que se empeñan en llamar champán. Se trata de un sitio principalmente joven y, aunque cualquiera entre 20 y 30 años puede pegar en el local, el número de adolescentes que intenta entrar- con métodos más o menos legales- es considerable. La gran ventaja es su horario, que sirve para continuar la fiesta a aquellos a los que el cierre de otros locales- normalmente a las 5 de la mañana- les deja poco satisfechos.