La mejor manera de moverse por Copenhague es en bicicleta, sin duda alguna. Gracias al respeto de sus conductores y a los kilómetros de carril bici, podremos recorrerla de forma cómoda y segura. Pero, si no nos interesa esta opción, el transporte público de Copenhague es bastante eficaz.
Tren de cercanías S-Tog
El método más rápido de moverse por la ciudad es el tren de cercanías, llamado S-Tog. Tiene como punto central la Estación Central de Copenhague, donde confluyen la mayor parte de las líneas.
El tren atraviesa la ciudad semienterrado de oeste a este y tiene paradas en Vesterport, Nørreport y Østerport, dentro de la zona central de la ciudad. Fuera de esta zona, comunica los barrios del exterior con el centro de la ciudad de un modo bastante eficaz y rápido. El problema es que hay barrios de la ciudad como Bronshøj, Christianshavn o Amager, a los que no llega, y no sirve para trasladarse de norte a sur de la ciudad.
Metro de Copenhague
El Metro fue ideado para solucionar estas limitaciones. Inaugurado en octubre de 2002, recorre la ciudad de norte a sur y enlaza con las estaciones del S-Tog del centro en Nørreport. Tiene una longitud bastante reducida, aunque se está trabajando intensamente en su ampliación y, por ejemplo, ya es posible llegar en metro al aeropuerto de Kastrup.
Es un metro bastante moderno y curioso. Los trenes van sin conductor, así que si nos colocamos en el extremo del tren podremos ver avanzar la vía frente a nosotros. Además, las estaciones del centro de la ciudad tienen cerrado el acceso a las vías por mamparas de cristal que sólo se abren cuando se detienen los trenes.
Autobuses y barcos
Los autobuses amarillos completan lo que el metro y los trenes de cercanías no pueden alcanzar. Hay varias líneas de longitud especial marcadas con una letra S antes del número que realizan menos paradas entre las estaciones principales. Para los autobuses nocturnos, el punto de enlace para todos ellos es Rådhuspladsen, la Plaza del Ayuntamiento.
Por último, en el canal central hay dos líneas de barcos que funcionan como transporte regular. Aparte de ello, hay barcos turísticos que realizan excursiones guiadas por los canales turísticos de la ciudad.
Billetes y precios de transporte en Copenhague
El transporte público es caro. Se paga por un sistema de zonas y el billete más barato comprende dos de ellas. Un billete sencillo sirve para todos los viajes que se realicen en un tiempo que viene determinado por el número de zonas que se hayan pagado. Vale tanto para el tren, como para el metro o el autobús.
El precio se reduce considerablemente si se compra un bono (o klippekort) de un número determinado de zonas. Ese bono se puede utilizar también para un trayecto más largo si se valida varias veces o se paga un suplemento.
Existe un billete diario que permite relizar viajes ilimitados durante 24 horas. Además, la Copenhagen Card también permite viajes ilimitados durante su periodo de validez.
Si se viaja frecuentemente, lo que más compensa es el abono mensual, con precios bastante reducidos en comparación con el billete sencillo. Una de las ventajas de este tipo de abonos es que con ellos no se paga el suplemento de los autobuses nocturnos, que supone el doble del precio del billete normal.
Una herramienta utilísima para viajar por la ciudad es Rejseplanen, que da horarios detallados para cualquier viaje que se quiera organizar dentro de la ciudad.